Exportar un lote de productos a las regiones de Europa y América. Previamente, el cliente extranjero no tuvo objeciones sobre las muestras, por lo que la fábrica inició la producción. Los productos fueron enviados al cliente extranjero, quien, tras inspeccionar la mercancía y prepararse para efectuar el pago, descubrió que el empaque minorista no era del todo adecuado y resultó inaceptable para el cliente. El cliente exige que toda la mercancía sea devuelta y reprocesada para cambiar el empaque. Actualmente, la fábrica solo tiene 5 opciones:

1. Negociar con el proveedor extranjero para reducir el precio.

Desventajas: las ganancias de la empresa disminuyen, incluso pueden provocar pérdidas.

2. La fábrica reempaca los productos que cumplen con los requisitos y los envía al comprador extranjero; los productos que no cumplen se venden a un precio reducido o a través de otros canales a un tercero en el extranjero.

Ventajas: Se estabilizó oportunamente la cartera de clientes de la empresa y se salvaguardó la reputación. Desventajas: Se redujeron las utilidades de la empresa, incluso hasta provocar pérdidas.

3. Devolver a fábrica para reempacar y volver a enviar al cliente

Desventajas: solicitar la devolución es muy engorroso, requiere muchos documentos de aprobación (comprobante de devolución, depósito, certificado de inspección de China, etc.), consume mucho tiempo y deja un historial negativo en aduanas, lo cual afectará el próximo despacho de aduana de la empresa. Esta opción es la menos recomendable.

4. Regresar a Hong Kong, cambiar el empaque y volver a exportar

Esta opción es viable, pero el costo laboral es extremadamente alto, lo que provoca una reducción significativa en las ganancias de la empresa.

5. Regreso a la zona franca de China para el reempaque y posterior reexportación

Este plan es el más recomendable.

Sin notas de devolución, sin depósitos, sin documentación engorrosa: la mejor solución para ahorrar costos, aumentar la eficiencia y protegerse a sí mismo.